28/03/2024 - A través del magnífico y conmovedor retrato de un hombre afroamericano, Marie-Pierre Brêtas construye una fascinante road movie que revela las fracturas sociales y raciales de Estados Unidos

"La adversidad forja el carácter", "Sé lo que quieres, pero no lo conseguirás de mí. Mi pueblo ha llegado demasiado lejos, y yo he llegado demasiado lejos en mi vida como para someterme o permitir que me deshumanicen solo para complacerte". En las películas, y más aún en los documentales, la elección de nuestros personajes es crucial. Con Derrick Johnson, el cautivador protagonista de Leaving Amerika, que se ha estrenado a nivel mundial en la competición internacional del 46.º Cinéma du réel, la cosmopolita directora francesa Marie-Pierre Brêtas —aclamada por sus obras brasileñas La Campagne de Sao José y Hautes terres— ha dado en el clavo en cuanto a carisma, fluidez y antecedentes inusuales.

Todas estas cualidades irrumpen en la pantalla desde la sensacional secuencia inicial y, a su vez, se ven reforzadas por la duradera amistad entre la cineasta —que se encuadra a sí misma, y lo hace muy bien, por cierto— y el tema en torno al que gira la película. Se trata de un vínculo cuyo origen se remonta a un encuentro casual hace 30 años en una playa de Nueva York, un vínculo que ha sobrevivido milagrosamente a los estragos del tiempo.

Así, en los adentros de un viaje muy personal, que comienza de noche en el aparcamiento de un Walmart de Florida donde Derrick duerme plácidamente en su coche ("Podría permitirme vivir de alquiler, pero estaría siempre de factura en factura"), nos embarcamos en una película que permanece en constante movimiento, de Johnson City (Tennessee) a La Habana —donde Derrick lleva años planeando vivir como expatriado—, de Miami a Brooklyn y a Ithaca. Con el tiempo, estos variados puntos geográficos acaban por servir para reconstruir el tumultuoso pasado de Derrick como joven de un barrio donde era esencial ganarse el respeto de la gente a base de puñetazos, como estudiante en Cortland —donde su vida dio un giro crucial—, como traficante de drogas, como convicto, como poeta (es el autor de A Black Man's Journal – Poetic Expressions), como activista afroamericano y como miembro de los trabajadores pobres de la América ultraliberal (empleado como conductor de Uber, entre otros trabajos).

Tras pasar demasiados años tratando de acatar unas normas sociales que chocan con sus ideales ("no dejaremos que nos rompan ni nos opriman", "en el momento en el que conoces tus derechos, te ven como un problema"), el protagonista del largometraje ha decidido reclamar de nuevo su libertad, intentar cumplir su sueño, "ir a contracorriente, salirse de lo establecido, hacer lo no convencional —o lo que los estadounidenses calificarían de no convencional—". Por eso, antes de exiliarse definitivamente y optar por una vida serena y en solitario en La Habana, Derrick visita a algunos familiares y amigos, acompañado en sus viajes por su amiga cineasta, con la que charla y comparte momentos clave de su vida y su memoria en un país que no da tregua.

Al dar rienda suelta a su fascinante personaje de carácter introspectivo, dar cabida a momentos más lentos para intensificar el contraste entre los pasajes más conmovedores, e incorporar alegremente secuencias cinematográficas accidentales (en particular, la de un vagabundo que pasa por allí, con un sombrero de copa con los colores de la bandera estadounidense, y le susurra "Abracadabra"), Marie-Pierre Brêtas nos brinda un notable documental sobre los altibajos de una búsqueda —cuyo fin no es otro que el de encontrar nuestro lugar en el mundo— y sobre la valentía, la resistencia y la fe ciega que necesitamos en nuestros sueños para alcanzar nuestras metas.

Leaving Amerika ha sido producida por la francesa Bootstrap Label (que también se encarga de las ventas), en coproducción con 8h13 Productions.

(Traducción del francés)